Hablemos del Bloomsday, el día del Ulises de James Joyce...


“Si puedes meter los cinco dedos es una cancela, si no una puerta. Cierra los ojos y ve”

Hoy, 16 de junio, se celebra, como todos los años en esta misma fecha, el BLOOMSDAY.  Para aquellos no iniciados, se trata del día de Bloom, Mr. Leopoldo Bloom, el amigo cornudo protagonista de una de las novelas más inspiradoras, apasionantes y sublimes jamás escrita. Uno de los primeros antihéroes de la literatura universal lleva a cabo su odisea durante todo un día, desde los primeros momentos de la mañana junto al olor del primer café, hasta llegar a su casa, ya a altas horas, algo perjudicado tras una jornada harto movidita, y a través de las calles del viejo Dublín. Una jornada dublinesa, en la que se desarrolla nuestra novela, que transcurre, justamente, el 16 de junio.

El Ulises es una de esas novelas a las que se le ama o se le odia, una vez leídas, por supuesto, si alguien tiene los bemoles y la suficiente locura como para iniciar (y ante todo terminar) un nutrido libro que le abrirá más de un millón de encantos. En torno a esta obra escrita por James Joyce, repudiada por su falta de decoro y deshonor pornográfico por la misma Virginia Woolf, y publicada finalmente en 1922 después de un parto difícil luchando contra autoridades y gentes bienpensantes, hay infinidad de quiromancia y cábalas aún hoy bellamente indescifrables, magias varias llenas de casualidad, o no, que salpican incluso a la poesía de más altura, pues otro Leopoldo, aquél último de los Panero fallecido no hace mucho, el insigne Leopoldo María, nació justamente esta fecha.

Para hacer un pequeño homenaje a Joyce en este 16 de junio y tomar la palabra de uno de los más excelsos y cáusticos novelistas de todos los tiempos, transcribimos un par de sus poemas, dejando bien patente la invitación a leer el Ulises y acompañarse de personajes entrañables como Stephen Dedalus y Mr. Bloom, ese moderno desorientado, ese ángel urbano que deambula escapando de sí mismo en su tormento diario, un día cualquiera que resultó ser un 16 de junio.  

LIGERA VENGAS O LIGERA MARCHES
Ligera vengas o ligera marches:
     Aunque tu corazón te augure pena,
Valles y muchos soles consumidos,
     Oréade, deja que tu risa brote
Hasta que el atrevido aire alpino
Rice todo tu pelo flameante.

Ligera, ligera... Siempre así:
     Las nubes que ciñen los valles profundos
A la hora del lucero vespertino
     Son los siervos más sumisos:
Amor y risas la canción confiesa
Cuando está el corazón más abatido.


ECCE PUER
Del oscuro pasado
Nace un niño;
De gozo y de pesar
Mi corazón se desgarra.

Tranquila en su cuna
La vida yace.
¡Que el amor y la piedad

Abran sus ojos!

Ilustración minimalista de Shout

(Ilustración: Alessandro Gottardo)

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