Hablemos de discos CLÁSICOS Y NO TAN CLÁSICOS con 101 DISCOS DE LOS 90...
1- THE HOLY BIBLE, 1994 (MANIC STREET PREACHERS)
1994 fue un año grandioso y prolífico para la música pop. “La sagrada biblia” de los Manics, su tercer disco, puede que sea el mejor trabajo que nunca han hecho. En cualquier caso, fue el último disco con presencia plena de Richey Edwards, desaparecido poco después. Una obra que contiene toda la rabia punk, oscuridad y furia que el maniaco depresivo de Edwards –director musical, letrista y musa de los galeses – imprimía a su propia existencia. Canciones crípticas, urgentes e intensas como “Yes”, “Revol”, “Faster”, “She is suffering” o “P.C.P.” hacen de este sombrío libro sagrado, que habla del suicidio, del imperialismo yanqui y británico, la prostitución, el Holocausto, los asesinos en serie o el fascismo, uno de los discos más extremos, representativos y paradigmáticos de la década.
2- WELCOME TO WHEREVER YOU ARE, 1992 (INXS)
Octavo trabajo en estudio de los chicos del carismático Michael Hutchence. Con éste álbum los australianos se reinventaban de manera muy acertada, marcando un cambio de estilo en su carrera con la incorporación de ritmos y texturas orientales con sitar (“Questions”) y hasta una orquestación ostentosa para la pegadiza “Baby don´t cry” Grandes melodías (“Beautiful girl”), energía a raudales (“Heavent sent”), imponentes bases rítmicas (“My strange desire”) y ante todo colosales canciones como “Taste it” hicieron que la crítica llegara a comparar este disco con el sublime Achtung baby de U2.
3- THE BENDS, 1995 (RADIOHEAD)
Echando un vistazo a lo que los de Oxford llevan haciendo hace más de una década nadie diría que se trata del mismo grupo. The bends es su disco más clásico, su obra más delicada y accesible. Canciones que aún no han cruzado el umbral de la melancolía, aunque por momentos paranoico y hastiado, como en “Just” o “Street spirit”; dulce tristeza aquella de Thom Yorke en “Bullet proof”, la sublime “Fake plastic trees” o “Dark star”; siempre oníricos y viscerales, “Nice dreams”, “Planet telex” y que evidencian, “High and dry”, que una vez hicieron pop, y lo hicieron, para variar, con la autenticidad por bandera.
4- POP, 1997 (U2)
Todos los fans de U2 se preguntaban de qué manera sorprenderían los de Bono después de lo que parecía un callejón sin salida tras Zooropa. Y es que Actung baby sólo hay uno. Sin embargo la sorpresa llegó, y llegó para mal y para bien a partes iguales. Con Pop, parte de sus fans de toda la vida o de los que se alistaron con su obra magna claudicaron de los irlandeses. Denostado por el propio Edge, lo cierto es q el disco es un producto de la época: revestimientos electrónicos y moderneces varias con productores punteros. Pero lo importante sigue ahí, temas como “Do you feel loved”, “Gone”, “Please” o “Wake up dead man” hacen que esas tres letras sean mayúsculas.
5- GOD SHUFFLED HIS FEET, 1993 (CRASH TEST DUMMIES)
Se hicieron famosos por cantar el estribillo más vago de la historia, aquél “mmmm mmmm mmmm”, presentado con un bonito videoclip de lo más teatral. Más allá de sus frikadas descubrimos a un grupo sólido y con temas pop muy bien construidos y adornados (“In the days of the caveman”), predominando las guitarras acústicas y las líneas de piano; realzados con una voz cavernosa y original que conduce sofisticadas y agradables melodías (“Afternoons and cofeespoons”), sin ningún tipo de estridencias y sin apenas altibajos. Un disco tranquilo y altamente disfrutable.
6- THE GREAT ESCAPE, 1995 (BLUR)
Blur no dudaron en aprovechar el tren de la fama, y tras el devastador éxito de Parklife (1994) se apresuraron a dejar constancia de otra entrega de su efectivo savoir-fair. En plena disputa con Oasis, The Great Escape (“La gran evasión”) está plagado de verdaderos himnos, “Country house”, “The charmless man”, “Sterotypes” y la monumental “The universal” buena prueba son de ello. Un disco que define en todos sus elementos el universo de Blur, concretamente el de Damon Albarn, responsable de todos los temas y de ese giro más abigarrado en la producción, y cuya megalomanía y acaparamiento creativo le valió más de una disputa con el resto de la banda.
7- COMING UP, 1996 (SUEDE)
A mitad de la década estábamos de enhorabuena, y es que no paraban de publicarse discos realmente increíbles. Tanto buen estribillo, tanta celebración, tantas melodías y riffs adictivos, tanto carisma y personalidad, era un no parar de tatarear. Eso es lo que pasa desde la primera escucha con el tercer disco de Suede. Los que pensaron que estaban acabados tras la marcha del gran Bernard Butler se equivocaron. Y de eso trata este disco, un tu-y-yo-contra el mundo sin lágrimas de por medio. El “subidón” de Suede es el trabajo que más singles contiene por metro cuadrado de los 90. “The beautiful ones”, “Trash”, “Saturday night”, “Lazy”, “Starcrazy”, “By the sea”…¿sigo?
8- WOODFACE, 1991 (CROWDED HOUSE)
Pop instantáneo y preciosista, de cuidada producción, arreglos al milímetro, esmeradas melodías vocales, estribillos pegadizos y sonido beat. Los neozelandeses Neil Finn y compañía llegaban a la cúspide de su carrera como orfebres del pop con Woodface, un disco que nos deja joyas eternas que ya son clásicos, como la animada “Weather with you”, la tristona “Fall at your feet” o la cálida y melancólica “Four seasons in one day”, temas de una calidad enorme y con mucho gancho, “It´s only natural”, “Chocolate cake”. El pop de las antípodas se convertía en una garantía de buenos momentos.
9- GRAVE DANCERS UNION, 1992 (SOUL ASYLUM)
Cercanos a REM y su sensibilidad, el sexto álbum de Soul Asylum es un reflejo bastante fidedigno de una parte de la música que se hacía en Estados Unidos por aquél entonces, ese rock-alternativo de infecciosas melodías acústicas y no suficientemente eléctricas con un toque algo desolador -fijémonos en la estupenda portada- Canciones enormes como “Runaway train” y su impactante videoclip, todo un megahit acompañado de temas más que reseñables, “Somebody to shove”, “Black gold”, canciones que evidencian el revival del country-rock como “Homesick” y cortes de aire sureño, “Get on out” o con más de un toque folk, “New world”.
10- DESERTER´S SONGS, 1998 (MERCURY REV)
Mercury Rev es uno de los grupos más geniales y auténticos que dieron los 90. Su historia es la de una gran banda, de un afán explorador fuera de lo común y que afortunadamente llegan a encontrarse a sí mismos. Deserter´s songses justamente ese disco, el del encuentro con su magia. Onírico, misterioso, bizarro, etéreo, bello, sublime, con esa insólita voz –la del carismaenigmático Jonathan Donahue –, esta obra visionaria nos adentra en un mundo de espejos y fantasía que presagia sorpresas desde el primer corte: “Holes”, “Tonite it show”, “Endessly” o “Goddes on a hiway” (himno de intensa hermosura) y que adelanta la exuberancia y el paroxismo de sus posteriores trabajos.
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