Hablemos de la fiel compañera de los Ulises postmodernos, reflexionemos sobre la depresión a través de 10 canciones...
La
primera vez que nos vimos, cruzando las miradas sin reconocer el choque, fue
ante un pequeño teclado Casio desde el que Greensleeves
volaba por la desconchada habitación. Demasiado jóvenes para amarnos, demasiado
tiernos para sucumbir al peso de esa estrella. Cuando por fin nos conocimos no fue
sino para emprender juntos un viaje al
fin de la noche.
CANTO I: Con la frente marchita
“¿Bailas?”
Uno no puede negarse ante la melodía de sus caderas. Si no sabes llevar un
tango más vale que no le permitas a la melancolía arribar frente a tus costas.
Su lascivia tumbaría los muros de Jericó al primer movimiento, como un soplo de
viento deshace la compacta ceniza del cigarrillo olvidado sobre la fría losa. Si
no hay nostalgia peor que añorar lo que
nunca jamás sucedió y si todo lo que sucede no es sino ese pucho
consumiéndose en la lápida, con qué ángel mejor que éste para enfrentarse al
sedado monolito de los hombres…
CANTO II: How soon is now?
Hay
un club al que puedes ir y conocer a alguien. Entonces vas, y permaneces solo,
y te vas solo, y llegas a casa y lloras y quieres morirte. Y también hay un
club al que puedes ir y conocer a alguien. Entonces vas, y conoces a alguien, y
te vas acompañado, y llegas a casa y lloras y quieres morirte. La gente es tan
criminalmente vulgar que nos hemos vuelto criminalmente vulgares. Pero en ambos
nunca estás solo: te ha invitado a algunos tragos y a sentarte en la ola de una
guitarra que atropella la noche sin piedad en su misma carretera.
CANTO III: Afraid not scared
¿Decidiste
que vivir es obligatorio? El cementerio de las calles en la mañana luce como
una niña muerta con trenzas de lolita, cada autómata despide rancio aliento a
vodka. La luz aterroriza cuando solo arroja los escombros de la noche. El hormiguero
rindiendo su tributo a la vida con la cruz a cuestas, naufragando desde el
primer café hasta el toque de queda. El sacrificio de la existencia al placebo
indecoroso. Sabes que te has rendido cuando creas una cueva, aunque siempre
puede uno encararse y echarle la culpa al espejo sobreviviendo con la rabia.
CANTO IV: Miss Misery
¿De
verdad crees que tiene forma de mujer? ¿Es cierto que nunca tiene suficiente,
que no le basta con acabar esa botella? Conoce mejor que tú tus futuros
movimientos. En el reflejo de la primera nota, la cadencia melódica de tus
teorías mortuorias le escribe el guión para tus ruegos. Luego te deja exhausto
y se marcha a hacer sus planes y te echa de menos. Solo espero que tengas
hielos suficientes para que desde el palco de honor cierre su ópera con esa
coda sonando a cada trago.
CANTO V: Hallellujah
El
estertor de la noche suena a los salmos de un rey enterrado en la cripta de los
siglos. El acorde secreto que has de descubrir enterrará el dolor en su propia
soberbia. Más vale que la musa te importe, que la lleves a la cama y le
susurres al oído tus abismos y al amanecer odies a los pájaros en el trino
inaugural de su aleluya. Lo darás todo y no será suficiente, pero sabrás
entonces que nunca más estarás solo, ahí estará contigo, disparando antes de
que desenfundes para cubrirte…y desangrado salga de tus labios solo un aleluya.
CANTO VI: New dawn fades
Toda
relación con la miseria tiene sus héroes, algunos homéricos yacen en la tierra
balanceando su espíritu en la cocina de las sombras, igual que putas haciendo
el servicio para ablandar las venas palpitantes antes del filo felino de
cualquier uña acerada. Así el nuevo amanecer se desvanece y aunque no eres el
único no te cruzarás más que con el pálido reflejo de los hombres, siempre de
su mano, alargando el viaje en el negro ponto de la noche, hasta rebañar los
huesos de la cordura. Ese sonido hueco y metálico a sótano de torturas
preparará el camino a la afilada punta de la estrella.
CANTO VII: Roads
La
fría simiente del crepúsculo se cuaja tras las ventanas cegadas de tu zulo, una
esquirla de albor anuncia el nuevo designio. Lapidado por las luces de la
mañana de nuevo, sin el plomizo manto embaucador en el que te arropas para
exhalar los perfumes de su cabello. Se lucha una guerra ahí fuera y tienes que
pelear, desnudo, exhibiendo el corazón en el puño para arrojárselo a quien
demande tu palabra. La introducción al ritmo seco de latidos callejeros se
desplaza con unas notas del teclado de tu somnolencia, son párpados que se
entrecierran con cautela para despistar las horas en el sueño.
CANTO VIII: Rosy
Si
te empeñas tendrás que mear continuamente ese veneno postmoderno y escribir tu
nombre con el chorro de la orina en las paredes donde desees olvidar el círculo
vicioso de la química endiosada. Los chamanes de recetario lobotomizarán tu
espíritu, firmarán en un papel que las drogas habrán de hacer el efecto
idiotizante. Si te animas, un rato en la casa de los locos, lo único que
desearás es que la enfermera confiese la verdad de todo esto, que bese tus
mejillas y te acune en su uniforme y extraerle así la dura piedra de los días.
CANTO IX: The empress
Le
construirás un púlpito. Pintarás sus retratos. Te arrodillarás ante su mirada. Compararás
el océano por su gracia. Sonreirás ante la cámara. Vestirás los colores de su
dictado. Llegarás a amarla, extraña y solemne, emperatriz. Y nada merecerá la
pena. Tensará tus cuerdas hasta que ese cello grite los acordes menores de la
desgana. Desafinará tus facultades, tan solo para que comprendas el lamento de
un piano. Trabajará todas tus escalas, tan solo para que comprendas.
CANTO X: Exit music (for a film)
Arder
en frío. Escapar del déjà vu de las sirenas. Espero que te asfixies, que
permanezcas suspendido en los labios de la musa, en su gélida armonía, en su
wagneriano crescendo triunfante, en la dulce desazón de sus cuerdas trasnochadas.
Déjate matar por lo único que puede darle sentido a la desdicha. Sé el protagonista de ese drama, el espectador en la butaca. Espero que te
asfixies. Resucita. Tal vez debería haberme ahorrado la tristeza y haber
titulado este texto “¿Pulsar al play
puede considerarse suicidio?"
© David de Dorian, 2014
(Ilustración: Project Twins)
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