Hablemos de los mejores biopics musicales en los 2000...


Desde que comenzase el nuevo siglo, las películas de temática musical que abordan la vida de artistas insignes han sido pródigas y de calidad sobrada, tanto en su realización como en su contenido. El rock, el pop, el jazz o la música clásica, han cubierto la cartelera desde el año 2000 con fabulosas revisiones artísticas que han logrado reconquistar musicalmente a un público mayoritario y escenificar en la pantalla las vidas y obras de músicos míticos proyectándolos de nuevo hacia la luz.

Uno de los aspectos más interesantes de estas películas ha sido, sin duda, la gran interpretación y caracterización de muchos de los actores que se metieron en el papel de personalidades tan fascinantes, llegando a cotas de actuación muy altas. Pero tal vez, lo más trascendente de todas estas biografías fílmicas haya sido la gran revalorización conseguida de algunos artistas o grupos musicales olvidados y que desde su estreno en pantalla volvieron a ponerse de moda, siendo re-descubiertos y descubiertos por nuevas generaciones, que incluso llegaron a convertir a estas figuras en referentes importantes e icónicos para el resto de la década. Y sin el tal vez.

1- TWENTY FOUR HOUR PARTY PEOPLE (Michael Winterbottom, 2002)
Lo de Winterbottom con Twenty four hour fue toda una inspiración divina. En un momento en el que bandas como Interpol ponían de manifiesto la revisión de los efímeros y trascendentes Joy Division –que se prodigaría durante los 2000– , se estrenó esta magnífica película basada en la movida mancuniana post punk y su revolución musical desde finales de los 70 hasta el albor de los 90. La cinta repasa una década entera de música en Manchester , desde la incursión del punk hasta el movimiento Madchester, centrándose en las vidas de dos de sus insignes grupos, Joy Division y Happy Mondays, buques insignia de Factory Records, cuyo creador, Tony Wilson, encarnado de manera sublime por el actor y humorista Steve Coogan, es el verdadero protagonista del film.

La cinta está plagada de momentos divertidísimos y anécdotas míticas que hacen un fiel retrato del ambiente musical de la ciudad que vio nacer a bandas como New Order, Smiths o Stone Roses. Además de ser un homenaje a Manchester, la película aborda en su primera parte la vida musical del penumbroso Ian Curtis, cantante de Joy Division, hasta su impactante suicidio, cuando los Happy Mondays, y sobre todo su psicotrópico líder, Shaun Ryder, toman el relevo. Las memorables interpretaciones de actores como Sean Harris en la piel de Ian Curtis, las disertaciones filosóficas de Tony Wilson ante la cámara, los momentos surrealistas y delirantes de su segunda parte y su estupenda banda sonora hacen de la cinta una de las películas independientes más recomendables de la década, tanto si sueles escuchar este tipo de música como si no.

2- RAY (Taylor Hackford, 2004)
Jamie Foxx también hizo un papel sublime interpretando al invidente músico de soul jazz Ray Charles, por el que se llevó un Oscar al mejor actor. La cinta llevaba 15 años preparándose para ilustrar en la pantalla la vida de una de las personalidades de la música americana más carismáticas e interesantes. En el film se muestra a un Ray en el camino al éxito al introducir en el gospel temáticas nada apropiadas para el estilo por aquél entonces como el deseo sexual (I got a woman) y hasta llegar a su cúspide con temas como Georgia on my mind o Ican´t stop loving you, que forman parte de su gran banda sonora.

La película, además de ser una delicia para los amantes del cine, puso de nuevo en relieve la obra de este genial músico y dispuso a una gran parte del público que acudió a verla en los cines a escuchar a uno de los grandes,  que por aquél entonces ya contaba con 74 años y moriría ese mismo año.

3- WALK THE LINE (James Mangold, 2005)
Joaquín Phoenix también tuvo un momento dulce al interpretar al “hombre de negro”, Johnny Cash y por ello estuvo nominado al Óscar como mejor actor. En Walk the line, o como se le llamó en España, “En la cuerda floja”, se aborda la vida del músico country de Nashville centrándose en su relación con June Carter, cuyo papel, encarnado por Reese Whiterspoon, hizo que la actriz se llevase el Óscar (?). La cinta es un retrato fiel de Johnny Cash, desde su lado más salvaje al más vulnerable, su ascenso y caída, sus problemas con el alcohol y las pastillas y su pasión por los reclusos. Para ello, Phoenix tuvo que prepararse concienzudamente estudiándolo todo sobre el músico y aprender a tocar la guitarra y afinar la voz para interpretar él mismo sus canciones en el film junto a Whiterspoon. Antes de que Cash muriese en 2003, el actor tuvo la oportunidad de conocerlo y de fijarse en algunos aspectos importantes de su vida que le sorprendieron enormemente.

Aunque con su muerte un par de años antes algunos ya tuvieron un motivo para descubrir la obra de una de las personalidades de la música de todos los tiempos, lo cierto es que, este biopic ayudó del todo a relanzar la figura de Johnny Cash para una masa de público muy amplia y que abarcaba nuevas generaciones. Es de destacar su recomendable banda sonora, con temas clásicos de Cash y June interpretados por la pareja de actores, dando un toque único a grandes canciones como la que lleva el título de la película o la incombustible Ring of fire.

4-STONED (Stephen Woolley, 2005)
Semanas después de dejar los Rolling Stone, su fundador y personalidad más carismática, a la par que el mejor músico de la banda, Brian Jones, moría en extrañas circunstancias ahogado en la piscina de su casa de Sussex. La crónica del Rolling despedido se afronta en un film cuya ambientación es uno de sus puntos fuertes, junto a su fabulosa fotografía, retratando a un verdadero “rock star” en pleno auge creativo y vital. Se trata de una película impecable y básica para cualquier melómano que se precie y, sobre todo, perfecta para mitómanos.

La confesión en su lecho de muerte de uno de los trabajadores de la casa de Jones por aquél entonces, hizo que Stephen Woolley estuviese durante 10 años investigando los indescifrables sucesos acaecidos aquella noche del 2 de julio y que desarrollase una cinta que se centra en los aspectos más demoníacos y creativos del músico, dando su propia versión de los hechos en el film. Toda una maravilla indispensable para amantes del cine y la música.

5- ONCE (John Carney, 2006)
Aunque no se trata exactamente de un biopic, la hemos incluido por su entrañable historia musical y porque sus actores, Glen Hansard y Markéta Irglová llevan ya años desarrollando una carrera musical exquisita (con bandas, en solitario y juntos en The Swell Season), que ha obtenido sus mejores logros justamente después de la presentación de este delicioso film, no exento de cierto sentimentalismo empalagoso, que se perdona por el alma con la que Hansard aborda sus temas en la cinta. Se trata de una meliflua e interesante historia rodada en las calles de Dublín, que cuenta el encuentro fortuito -y musicalmente productivo- de un músico callejero irlandés y una exiliada checa a la que se le da de maravilla hacer aflorar llantos ajenos a través de las teclas de un piano.

La película, perfectamente sencilla, técnicamente adecuada a su guión y tratada de una manera bastante directa, sirvió para extraer una excelente banda sonora con temas tremendos y delicados (ideal para tus propósitos si eres un suicida en potencia con mal de amores) y reconducir la carrera musical de Hansard -muy extensa desde aquellos Frames de mitad de los 90- a un público mucho más amplio y que raramente le recordó por su papel como el guitarrista de The Commitments (1991), otra de las top ten musicales de los 90. Uno de estos temas, "Falling Slowly", obtuvo de la Academia de Hollywood un Premio a la mejor canción original.

6- LA VIE EN ROSE, La Môme (Olivier Dahan, 2007)
Marion Cotillard se preparó el papel de Edith Piaf tan a conciencia que ya después de hecho le costó desquitarse de la personalidad de la diva. Un buen trabajo de caracterización y ambientación hacen mucho cuando el director trata la cinta de una manera un tanto cansina al abusar de algunos recursos cinematográficos, pero que por sorpresa deja buen sabor de boca por virtudes como estas y las buenísimas interpretaciones de las pequeñas actrices. A veces la película se hace un tanto tediosa, pero merece la pena por algunos momentos sublimes en los que himnos tan emblemáticos como la Marsellesa o "Je ne regrette rien" hacen su aparición.

Aunque se trataba de una labor bastante complicada, lo de comprimir la tempestuosa vida de la diva parisina en poco más de 2 horas, resultó la manera perfecta de que millones de fans de la cantante en todo el mundo volviesen a reverenciar una de las personalidades más carismáticas e imperecederas de la música francesa y pudieran disfrutar al fin en la salas de su biografía en las pantallas.

7- CONTROL (Anton Corbijn, 2007)
Control es uno de los mejores biopics musicales que se hayan hecho, y no sólo lo digo por ser yo acérrimo de Joy Division, sino porque esta cinta esconde muchas virtudes artísticas y es un perfecto reflejo de la vida de Ian Curtis, el homenajeado y errático cantante de los de Manchester.  Anton Corbijn se pasa al cine tras una carrera exitosa de más de 30 años fotografiando estrellas del rock y del celuloide y habiendo filmado algunos renombrados videoclips para Depeche Mode, U2  o Nirvana. Su trabajo, tanto en fotografía como en vídeo, está marcado por una particular firma: la de realizarlo en blanco y negro. Su potente lenguaje visual, lejos de decorativismos y recargamientos, expone a los artistas y los ambientes a  mostrar su imagen más natural, lo que amplifica las emociones de rostros y la fuerza de los escenarios.

Basado en Touching from a distance, biografía sobre Ian Curtis escrita por su mujer tras su muerte y publicada en 1995, el film intenta imprimir todo el realismo necesario para llegar a la compleja personalidad del cantante, grabando las escenas de los conciertos en directo interpretadas por los mismos actores. El tremendo trabajo de Sam Riley interpretando a Ian es un verdadero prodigio de estudio psicológico y expresivo, sobre todo en los característicos bailes epilépticos del músico, donde se muestra portentoso. Si le falta algo es un poco del rostro demoníaco y ensimismado que le sobró a Sean Harris en 24 Hour..pero aun así se le nominó como “mejor actor revelación” en su país ese año. Tanto si conoces como si no la música de Joy División, esta es una de esas pelis que sientan bien para un fin de semana sin planes…

8- I´M NOT THERE (Todd Haynes, 2007)
Sin duda, el mejor biopic antibiopic de la historia. En I’m not there la figura de Bob Dylan se aborda desde el punto de vista de varias de sus personalidades,  transfigurando al cantante con personajes aparecidos a lo largo de su carrera, tanto en su obra como en su vida, siendo esta una acertadísima y original manera de homenajear a uno de los más irreverentes y longevos músicos de la historia. De ello se encarga un espectacular y bien escogido elenco de actores, un reparto de lujo, que incluye a Heath Ledger, Christian Bale, Charlotte Gainsbourg, Rchard Gere, Julianne Moore o la ganadora de un Globo de Oro a la mejor actriz, Cate Blanchett (y no me extraña, papelón). Su poliédrico y audaz planteamiento roza lo experimental, pero atrapa y encandila al espectador.

¿No eres fan de Bob Dylan? Eso no importa, porque la película de Haynes es tan cubista que puede verse desde distintos puntos de vista y además las actuaciones de sus protagonistas son todo un placer, sobre todo la de Blanchet haciendo del mejor Dylan de mitad de los 60, con aparición estelar y colosal de los Beatles (nunca antes alguien retrató en un minuto y de pasada con tanta puntería a los 4 de Liverpool). Puede que tanto papel te lleve a confusión si intentas relacionarlo con Dylan de manera directa, así que lo mejor es relajarse y contemplar al genio a través de cada uno de los protagonistas, sin máscaras dylanianas, porque Dylan siempre viene de vuelta…

9- NOWHERE BOY (Sam Taylor-Wood, 2011)
Demasiado guapo para interpretar a John Lennon, pero aun así Aaron Johnson imprimió emoción a uno de los rostros más “woodyalenianos” del rock y de pasó se enrolló con la directora para casarse con ella…y divorciarse posteriormente. Nowhere boy repasa una de las épocas menos abordadas del Beatle rebelde en la pantalla, la que abarca su época estudiantil hasta embarcarse de camino a Hamburgo con el grupo. Se trata de una época esencial para conocer el trabajo del músico de Liverpool: la época en la que se reencuentra con su madre tras la niñez y en la que conoce a Paul y George, la época de los Quarrymen y de algunos de los mitos más conocidos como "Strawberry Fields" o "Penny Lane". El film se basa en las memorias de Julia Baird, una de las hermanastras del cantante, que repasa de manera exhaustiva la etapa de mediados de los 50 y de formación del joven Lennon.

Especialmente bien tratada en la cinta la relación edipica con Julia, su madre biológica, y algunos de los rasgos más emblemáticos de la personalidad del músico, como su hilarante sarcasmo o su prepotencia violenta bajo las cuales escondía un alma atormentada. Mención especial para las conseguidas caracterizaciones y la fiel ambientación de los escenarios, con Paul y el malogrado George rejuveneciendo medio siglo. Un biopic imprescindible que hará las delicias de los amantes de los cuatro de Liverpool y que enganchará a los Beatles a los no iniciados.

10- GAINSBOURG (VIDA DE UN HÉROE) (Joann Sfar, 2010)
Serge Gainsbourg tuvo una vida intensa, interesante y plagada de momentos sublimes para la historia de la música pop en la Francia de la segunda mitad del siglo XX. Desde su niñez perseguida por los nazis hasta su revolución personal revisando musicalmente La Marsellesa, la vida de este héroe de meliflua cara de zascandil, se llevó a cabo entre una gran capacidad creativa y provocativa, la seducción de bellezones como Juliette Gréco, Brigitte Bardot (papel interpretado magistralmente por Laetitia Casta) o Jane Birkin, y una excesiva adicción a los cigarrillos y el alcohol. El film se centra en las facetas más significativas de la personalidad de este genial músico, que compuso el himno erótico por excelencia, “Je t´aime (moi non plus)”, desde una perspectiva muy original, con las marionetas animadas, alter egos, imágenes fantasiosas y otras hermosas marcas de su director como dibujante de comics e historietas.

Para quienes no conozcan la música de Gainsbourg, la película le resultará igualmente una verdadera delicia, no sólo gracias a la interpretación de sus personajes principales (Éric Elmosnino como Serge), sino también por la potencia estética de la cinta y momentos grandiosos como el dúo interpretando “Comic strip” con sus voces originales. Descubrir a uno de los genios musicales del pasado siglo disfrutando de esta tremenda película es una de las mejores maneras de iniciarse en la extensa obra de Gainsbourg, que abordó estilos como la chanson, pop ye-yé, rock o reggae y produjo éxitos universales y de increíble factura. 

© David de Dorian, 2014

Ilustración minimalista de Federico Birchal

(Ilustración: Federico Birchal)



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