Poesía alternativa o cómo devolver a la locura su significado a través del Quijotismo...
El hombre que
habita en este espejo no se fía de su sombra
cuando todo
se encamina a la eyaculación o la destrucción del otro
cuando el
gato se ha sentado en el diván, cóncavo en su mueca.
En cada
esquina el equilibrio doblega la verdad del no profeta
invirtiendo
la semántica y confundiendo allí el objeto
es por eso que
los locos necesitan también su sindicato.
Atraviesa su figura equivocada un anticlímax en tu imagen
y las aspas
del molino astilladas punzando bárbaras
bajo las uñas
su memoria, como la biblia del escarmiento
le invocan al
futuro su corona en las justas del presente
si el sueño
de vuestra razón produce monstruos
y en su embudo hecho
de espinas se destila el infortunio
si en el mapa
fugitivo de esa espalda cicatriza
aquél trazo
tembloroso,
la fustigación genital de estar vivo
todavía,
que hoy demencia es panacea.
He visto las
mejores mentes de mi generación
destruidas por la cordura,
Don Quijote
ha de volver y ensartar al molinero.
© David de Dorian, 2014
(Ilustración: Aad Goudappel)
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